¿Qué es una inversión?

Se considera una inversión cuando compras un activo financiero con la esperanza de que en el futuro te entregue un ingreso o beneficio mayor a lo que pagaste por él. Algunos ejemplos son: acciones, bienes raíces (propiedades), fondos mutuos, entre otros.

Ten en cuenta que una inversión no significa que recibirás beneficios asegurados: puede producir pérdidas si baja el valor del activo comprado (acciones, fondos mutuos), o si los beneficios no cumplen las expectativas, por ejemplo, si el precio del arriendo de una vivienda propia es menor al que esperabas. Aquí la regla es que cuando hay un potencial de recompensa, también existe uno de riesgo.

Una inversión es como plantar una semilla en un jardín. Si la plantas en el lugar y momento oportuno y la mantienes en las condiciones adecuadas, puede convertirse en algo que siga dando frutos.

Recuerda que lo más importante es invertir según:

1. Tu perfil de inversionista, que define el nivel de riesgo que estás dispuesto a correr.

2. Tu objetivo o meta, financiar unas vacaciones o la compra de un auto, por ejemplo.

3. Tu horizonte de inversión, que es el tiempo en que puedes mantener tu inversión sin retirarla (corto plazo, mediano plazo o largo plazo).

Nuestra recomendación: mantente fiel a tu estrategia.